miércoles, 20 de junio de 2012








Una familia no se construye sólo sobre principios abstractos: se crea
cada día, con la aportación de cada uno de los que la forman. Todos tenemos necesidad de ese hogar limpio, ordenado, agradable a los ojos, en el que compartimos con otros nuestros momentos más
 íntimos y nos sabemos queridos y comprendidos. La tarea de quien , con la mirada puesta en Dios, se dedica con amor al cuidado de ese ambiente -la del ama de casa o de la colaboradora familiar- constituye los cimientos del edificio y contribuye de modo eficacísimo a la paz, unidad y alegría que deben reinar en todo hogar.


Moseñor José Luis Gutierrez, postulador de la causa de 



Canonización de Dora del Hoyo.

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